domingo, 17 de noviembre de 2013

Unas copillas en San Juan? (Puerto Rico non Plus Ultra)

El otro día jugamos por primera vez a Puerto Rico. Nos dejó maravillados. Nos dejó flipados. Alucinados. Con mono de más.


Se trata del famoso juego de mesa basado en la construcción y explotación de la isla de Puerto Rico. ¿No lo conoceis? Ya estais corriendo a vuesta tienda de confianza a pillarlo. Por estas tierras: Sindicato del Comic en Ourense, o De Dados en Vigo.

Los materiales son muy buenos y la edición en castellano de Devir es de primera. Todo, todo, hace de Puerto Rico una gran experiencia.

Durante la partida cada jugador, pertrechado con un tablero individual que representa parte de la isla de Puerto Rico y de su capital San Juan, deberá crear haciendas donde cultivar y obtener las distintas materias primas de ese gran vergel: maíz, azúcar, tabaco, café y añil.

Vista general del tablero individual. Abajo las plantaciones de la isla de Puerto Rico (las canteras ayudan a construir más baratos los edificios, ya que se posee piedra), algunas plantaciones con colonos trabajando en ellas. Arriba a la izquierda, ciudad de San Juan y edificios construidos. Arriba a la derecha manufacturas listas para embarcar.

Deberá contratar a colonos venidos de Europa para que trabajen las tierras. Luego una vez recogidas las materias primas deberá manufacturarlas si con ello se ha preocupado antes de construir empresas manufactureras en la incipiente ciudad de San Juan, almacenarlas tal vez, venderlas si puede en el mercado local, pero todo ello, minucias, comparado con el objetivo final: embarcar tan preciosas manufacturas de vuelta al viejo mundo, Europa. Siendo esta última acción la que le dará puntos de victoria.

Como veis en Puerto Rico se puede hacer de todo, es un juego muy narrativo. Recomendadísimo para cualquier edad, para cualquier grupo de juego, mucho más sencillo, en mi opinión que Caylus, pero con una profundidad y un grado de diversión similar a aquel. Las acciones por turno son sencillas, pero la estrategia y los caminos escogidos son muchos en imbrincados. Además, como también sucede en Caylus, cada jugador deberá variar su estrategia a medida que avance la partida: hacer frente a imprevistos, como que se llenen los barcos exportardores, que tu contrincante compre edificios mejores, que lo haga más barato (gracias a poseer una cantera, o varias) que se produzcan mercancías cuando tú aún estas en pañales, etc.

Puedes mandar a algunos colonos que te sobren a San Juan, a beber en los bares mientras no los requieras. El descanso del guerrero vamos.
Peazo juegaco que tuvimos un año guardado, como tesoro de bucanero, en alguna estantería olvidada, el año que dejamos de jugar a Puerto Rico, ¿podremos vivir con ese pensamiento que nos aborda? Yo creo que tendremos que suplirlo con unos buenos chutes de adrenalina, de diversión, de risas, y de estrategia empresarial, siempre eso sí, tomando unas copillas en los bares de San Juan.

In vino veritas!... y tal, chavales, in vino veritas!

i  n     v  i  n  o      v  e  r  i  t  a  s

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