martes, 6 de abril de 2010

National Scenic Byways

Estados Unidos es un país inmenso. Inmenso en todo su significado. Muchas veces denostado, otras tantas idolatrado, la verdad es que a nadie deja indiferente. Aquellos que lo conocen hablan de él de una manera, los que han ido y pisado suelo Yanki hablan de otra, los que no han tenido la ocasión de preocuparse de su cultura dicen lo que se imaginan. Todos y cada uno de nosotros tenemos una visión de ese Continente, ese grandioso continente hecho a si mismo a base de tribus esquilmadas, de razas sometidas, de puritanismo, de fanatismo y de genialidad, de capitalismo, de identidad nacional, de aglutinamiento y de lucha de clases.

En esa amalgama de colores, olores e ideologías, es donde nos encontramos con bastante frecuencia auténticas maravillas conceptuales.

Las American’s Byways o National Scenic Byways son vías y rutas automovilísticas que además de recorrer todos los USA discurren por parajes naturales que destacan por su exuberante naturaleza y su belleza paisajística.

Donde aquí en Europa poseemos rutas especialmente indicadas para realizar a pie, en bicicleta o a caballo, que son indicadas como actividad saludable y de contacto con la naturaleza, relajante y que fomenta la paz interior, en Estados Unidos también, sí, pero ellos a lo grande (como casi todo en USA) el recorrido es en otro medio de transporte muy conocido, el coche. Y puedo asegurar, sin temor a equivocarme, que también son una fuente inagotable de placer.


No puedo por más que lo pienso, imaginar la indescriptible sensación de atravesar el Gran Cañon del Colorado en un Cadillac con ese horizonte que dibuja una fina línea recta negra surcada de trazos amarillos que he de seguir hasta la puesta de sol, o circular en las calurosas noches de Nevada por La Strip (Las Vegas), o dirigirme hacia el último Cayo de Florida a través del Seven Mile Bridge (Puente de las Siete Millas) en la US 1.


El sueño de muchos moteros ha sido durante muchos años atravesar Estados Unidos de Este a Oeste, a lomos de una Harley Davidson, acariciando la panza de la mítica 66 Route, desde Chicago a Los Ángeles o lo que es lo mismo, desde el frío (y a veces helado) Lago Michigan (Illinois) hasta las doradas playas de Santa Mónica (California).

Son sin duda obras lineales que merece la pena contemplar, utilizar y disfrutar conduciendo. Poco a poco iré ampliando la información sobre algunas de ellas, las cuales considero auténticas simbiosis entre el hombre y su ingeniería y la naturaleza, siempre indomable, de América del Norte.

Si queréis más información o si algún día viajáis a USA:

www.byways.org

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